Publicado el feb 10, 2013 | 1 comentario

UN CONTINENTE OLVIDADO,

madera de la penumbra.

Tengo que restituirlo

a la luz que fue su cuna.

Ya no recuerdo cómo era,

de qué sustancia de luna.

No volví al reino perdido,

Y no podré volver nunca.

Me sumo en la mar. Rescato

ráfagas de criaturas,

ráfagas de son humano,

criaturas de la lluvia,

ráfagas resucitadas,

infantilmente nocturnas.

Ráfagas, ráfagas, ráfagas

talladas en sombra pura.

José Hierro, Cuaderno de Nueva York.

Este poema es el origen de una obra seriada que realicé en 2004 con el mismo nombre:

Un continente olvidado

Un continente olvidado
(acrílico sobre papel hecho a mano)

También me inspiró para realizar Me sumo en la mar, donde puede leerse el poema serigrafiado sobre el papel (imagen de arriba).

La información completa sobre ambas obras puedes encontrarla en el apartado Pintura, dentro de Obra.